El otro día tuvo lugar una ocupación de una planta petrolífera en el Ártico por parte de una serie de activistas de Greenpeace, que siempre protagonizan escenas realmente llamativas, en este caso ocupando una plataforma petrolífera que no les pertenece y que por lo tanto están cometiendo un delito. Por suerte la policía intervino y sacó de aquella plataforma a los activistas, incluso se detuvo a un buen número de ellos.
Lo cierto es que la causa que persiguen los activistas es lógicamente muy importante, ya que es fundamental que el equilibrio de esta zona frente a la costa de Groenlandia se mantenga y para ello no es recomendable la extracción de petróleo como se pretende hacer por parte de diferentes empresas en los próximos años. De todos modos los activistas no hacen bien en ocupar una planta petrólifera para hacer llegar sus mensajes, ya que hay otras formas de protestar sin ocupar un espacio que no les pertenece, ya que la policía acude rápidamente al lugar, como ha ocurrido en esta ocasión.
El negocio de la extracción del petróleo es mucho más fuerte que cualquier otro aspecto que tenga que ver con la naturaleza y desde luego es algo que siempre tiene una gran importancia, en especial si hablamos cerca de la costa de Groenlandia, que al ser un lugar con mucho hielo es algo que se debe tener en cuenta, ya que un desequilibro en esta zona del mundo podría provocar un aumento de la velocidad de deshielo, que es lo más grave.